Después de escuchar al expresidente del gobierno de España -Mariano Rajoy- en su comparecencia ante la comisión de investigación del congreso puedes llegar a entender cómo funciona España, qué nivel de políticos tenemos y qué poca vergüenza y cariño tienen por nuestro país. Me queda meridianamente claro que cuando suben al poder solo gobiernan ellos mismos y no tienen reparos en olvidarse de los que les han votado. Ya no mencionemos a los que no les han votado.
¿Qué quiero decir os preguntaréis? Pues que este país se hunde en la miseria democrática y de unos valores que parecían ya asentados. Se está destruyendo porque sus cimientos se resquebrajan. Algunos seguirán diciendo , ¿de qué hablas Fredy?
Unos delincuentes que sin la mínima vergüenza pagan de la caja B de su partido la reforma de la sede principal del PP gracias al dinero ‘regalado’ por empresarios que esperan contratos, concesiones y otros beneficios obtenidos de forma fraudulenta o de lobbies que quieren leyes que favorezcan a sus sectores a cambio de puertas giratorias, haciéndonos creer que justo les han robado esa información ¿para qué? ¿Qué ocurre cuando recoges esa pasta negra?
Pues que después llegan ejemplos como el de Marbella y una situación sanitaria que nos traslada a la cola de las peores ciudades españolas con un hospital comarcal que nunca se termina (que precisamente ahora hay fecha de ejecución y apertura para 2023 coincidiendo que las próximas elecciones municipales) o el ambulatorio de San Pedro que terminará para esa fecha. Además resulta que el S.A.S sin personal se enfrenta a la situación de soportar otro invierno más de enfermedades, virus y en medio de una pandemia, sin refuerzos, colas interminables, sin apenas personal y medios.
Vamos al grano. Mientras existen en Marbella los grandes beneficiados como es la sanidad privada, cada vez con más servicios, con más locales y más clientes obligados a pagar un seguro privado para poder ser atendidos «más rápidos»( no mejor ) resulta, como me acaba de ocurrir y no seré el único, que el hospital Quiron De Marbella si vas a urgencias -fui con mi hija- pagando 168 euros el mes al seguro privado puedes pasar DOS HORAS DE ESPERA para una patología desconocida como nos ha ocurrido a nosotros.
Al final terminamos por irnos a casa indignados y sin ser atendidos. En la sanidad privada también hay colas interminables, como en la pública; llenas de posibles positivos covid-19 y otras patologías, con los empleados desbordados y reventados sin poder dar a basto. Pero en la recepción, donde cada cliente recepcionado paga por esperar se les cobra a su seguro privado por la urgencia !AHí SI HAY 4 PERSONAS ! Mientras en urgencias con 40 personas esperando y pagando: ¡DOS MEDICOS! ¡SI DOS! Que atienden a los enfermos de las habitaciones y las urgencias.
El caso es que mi mujer decidió volver con nuestra hija por la noche, pensado que habría menos gente y estuvo 5 HORAS ESPERANDO. Con un médico desbordado pero un profesional, todo hay que decirlo. No sé si se entiende lo que estoy denunciando. Me refiero básicamente a que las empresas privadas que abonan esos pagos en b como comisiones implican una serie de efectos catastróficos en los servicios que luego darán en esas empresas y que gracias, o por desgracia, a la corrupción terminamos pagando todos con el desmantelamiento paulatino que está teniendo lugar con la sanidad pública.
UNA AUTENTICA VERGUENZA lo que están haciendo con este país. En este caso me ha inspirado y cabreado la imagen de un Rajoy ante la comisión de investigación donde ha demostrado que no se puede tener más poca vergüenza: negar lo evidente, lo que los propios tribunales han demostrado. Pero todos los gobiernos son iguales, me considero apartidista, voto al que pienso más honesto cada año, en las estatales o en las municipales pero todos me terminan decepcionando… Apenas hay políticos que gobiernen para todos; solo para sus propios intereses o la de sus amigos empresarios que más tarde les dan la bienvenida en esas puertas giratorias que tanto nos está costando a los españoles. Empresas que luego dan un servicio más que dudoso y cuyos empleados sufren la precariedad. ¡Os estáis cargando este país!
Alfredo Gil Gómez (Fredy). Policía y entrenador de fútbol.